LOS CARMELITAS DESCALZOS EN ACÁMBARO.
Después de los incendios en el Monasterio de los Carmelitas Descalzos, en el
Santo Desierto de los Leones en Cuajimalpa, los religiosos relatan visiblemente
impresionados, como aquél incendió en el cuarto principal, la librería y la
panadería, hasta que dominaron el fuego, "como
se apaga una vela al impulso de un leve soplo", valiéndose de un velo
blanco que había pertenecido a Santa Teresa y que guardaban en un relicario. Y
el terrible terremoto acontecido el 16 de agosto de 1711, en el que rajó varias
paredes del monasterio. Los religiosos, ante la amenaza de verlo desplomarse, lo
hicieron reconocer por un maestro de arquitectura, que descubrió aún más la
necesidad de proceder de inmediato a grandes reparaciones. Para lo cual, a
principios de enero de 1722 vino de México, el maestro de obras don Miguel de
Rivera, quien en Toluca y San Joaquín Tacuba, había trazado y manufacturado
algunas fábricas de aquellos conventos, después de que el maestro reconociese
los terribles estragos que había dejado aquel terremoto, quedaba echada la
suerte del antiguo edificio, y puesto que había de construirse totalmente
nuevo, pensaron hacerlo en otro lugar, fue cuando se estudió la posibilidad de trasladarse a Acámbaro, lugar que parecía excelente, iniciando desde luego las
gestiones para comprar unos terrenos pertenecientes a doña Ana Pérez de Barreda
y don Francisco Bermudo y un pueblo de indios, pero por razones económicas no
se realizó por el momento el traslado, sin que también dejara de influir, naturalmente, el amor propio de
los carmelitas, para no seguir una actitud discordante con su rigurosa regla,
huyendo de las incomodidades y de la inclemencia. Finalmente la orden de
los Carmelitas Descalzos, siguió funcionando en el Santo Desierto de los
Leones, hasta que por razones del clima y la presencia de muchas poblaciones
cercanas, no encontraban un verdadero retiro. Se comenzó a construir el
convento de Tenancingo en 1798, bajo la dirección de don Antonio Velázquez, se
trasladaron al Santo Desierto de Tenancingo el 13 de febrero de 1801, casi
doscientos años de habitar el Santo Desierto de los Leones.
Santo Desierto de los Leones.
Santo Desierto de los Leones.
Santo Desierto de Tenancingo.
Retablo principal del Santo Desierto de Tenancingo.
Santo Desierto de Tenancingo.
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