miércoles, 22 de junio de 2016

LA CASA DE DOÑA GERTRUDIS ÁLVAREZ DEL CASTILLO.


En esta interesantísima fotografía podemos observar a mano izquierda en primer plano, la casa en que vivió en a mediados del siglo XX el alemán Waldemar Julsrud, con su famosísima colección de piezas prehispánicas de la cultura Chupícuaro, hermosa casa del siglo XVIII, con sus ventanas con copetes características de ese siglo, desgraciadamente modificada en su exterior en los años treinta; de inmediato a la derecha podemos apreciar una  banca original de fierro colado estilo neogótico, muy característico de los años 1870 a 1910, cruzando la calle encontramos la hermosa casa de Doña Gertrudis Álvarez del Castillo, hermana de don Francisco Álvarez del Castillo, tía del don José Álvarez, dueños de innumerables haciendas y propiedades entre ellas, Andocutín (su casa), San Diego, Jaripeo, La Aurora, etc. Don José Álvarez del Castillo le vendió la casa de Hidalgo al Dr. Francisco Sámano. Bueno volvamos con la tía Tula, gran mujer de mucho temperamento, muy asidua a las obras pías, fue en su mayor parte patrocinadora de la reconstrucción del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en el último tercio del siglo XIX, según yo, sus retos yacen atrás del presbiterio de dicha iglesia. Su casa hermosa construcción de mediados del siglo XVIII, manufacturada en un hermoso y sobrio barroco-neoclásico, desgraciadamente también en la planta baja e interior fue modificada; cuando muere tía Tula, la casa pasa a manos de su sobrino José. Cruzando la calle a la izquierda, se ve la casa de don Herminio Serrato (1852-1907), la que en la esquina ostenta una bella cruz, se puede apreciar en la esquina una accesoria con dinteles bellamente tallados, y sobre la calle de San Francisco, hoy Juárez, se aprecia el portón que actualmente existe y enmarca una bella puerta del siglo XVIII bellamente remachada, de inmediato una tercia de ventanas enmarcadas en cantera gris, exactamente esa parte fue la que se vendió de la casa original, conocí a las señoritas Serrato Vargas, una de ellas Chábela tía de los Sámano Serrato, vendió también parte de la casa sobre la calle Leona Vicario al Dr. Hernández, por la parte interna, todavía existen los quicios de las puertas que conectaban a la casa de la Sousa Vargas, también parientes, y también sobre la Leona Vicario que porciento acaban de tirar. Sobre esa misma acera se ve la casa de las Álvarez Roaro (hoy telas la parisina), de la que hablaremos en otro episodio.



                            Hacienda de Andocutín, cabecera de los Álvarez del Castillo.


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