Hoy cumplo mi promesa con el Señor del Hospital de Acámbaro, una imagen poco venerada de mucho valor artístico y muy milagrosa, esta manufacturada en una técnica conocida como “pasta de caña de maíz, Tatzingueni”, esta técnica es tan antigua como la civilización purépecha de la cual proviene, de las muchas ventajas con las que cuenta es su ligereza, el modelado directo de sus esculturas, y desde épocas remotas en Michoacán se elaboraban figuras con pasta de caña. En la colonia esta técnica tiene gran auge, los españoles se interesan por esta manufactura, uno de los grandes artistas fue Matías de la Cerda y posteriormente su hijo Luis de la Cerda, obviamente ellos avecinados en Pátzcuaro desde 1538 aprox., de hecho mucha producción en pasta de caña de maíz que se exportó al viejo continente, como el Cristo de la Salud, Los Llanos de Aridane, La Palma, Cristo de la Buena Muerte de Ingenio, Gran Canaria, Cristo de la Vera Cruz, Lequeitio, Vizcaya, Santísimo Cristo de la Sangre, Torrijos, Toledo, Santísimo Cristo de la Caridad, Santa Olalla, Toledo, etc. La imaginaria en pasta de caña al servicio del cristianismo, representa una de las primeras fusiones artísticas entre el viejo y el nuevo mundo, y una de las más tempranas manifestaciones estéticas del arte popular.
Se dice que existen cinco cristos manufacturados por el mismo autor, que en este caso sería Matías de la Cerda.
El Señor del hospital de Acámbaro, posiblemente colocado en el altar después del cierre de bóvedas del templo 1532. Es un hermoso Cristo de tamaño natural y articulado de los brazos, su peso será de 12.5 a 13 kgs.; su rostro refleja una paz interna y la trasmite, su piel obscura como la de Nuestra Señora de la Salud (1538-1540), encanadas en arcilla por eso la piel es menos blanca, estas obras son anteriores a Matías de la Cerda; posiblemente es también manufactura del indígena Juan del Barrio Fuerte y fray Daniel apodado "el italiano”. Para mí una pieza importantísima dentro de la imaginaria colonial mexicana, dicho por un amigo, gran conocedor, uno de los mejores y más antiguos cristos de la región.
El Santo Señor de Chalma Estado de México, colocado en las cuevas por Nicolás de Perea y Sebastián de Tolentino entre 1530 a 1543, padres agustinos, es un cristo de grandes dimensiones, como 2.10 mts. tiene la cabeza muy flexionada al pecho, eso es común en los cristos de pasta de caña, con el tiempo la cabeza va cediendo, tiene el mismo color que el la Virgen de la Salud, posiblemente es anterior a Matías de la Cerda.
El Señor de la Sacristía, en Catedral de Morelia Michoacán, este Cristo fue donado por el padre de una de las monjas enclaustrada en el convento de Santa Catalina de Siena, en el segundo tercio del siglo XVI, al mismo convento, se dice que lo trajo de su Hacienda cerca de Huango Michoacán, jurisdicción agustina. Y en el siglo XVIII el Cristo fue solicitado por la Catedral Michoacana, y ya no regreso. Este cristo esta ya encarnado con blanco de España, eso habla de su manufactura aproximadamente tercer tercio del siglo XVI, es de grandes proporciones 2.10 mts. aprox. Su peso será de 13 a 15 Kgs.
El Santo Señor de Araró, su santuario fue construido en un antiguo adoratorio de la diosa Cuerauaperi, madre de los dioses terrestres. En el segundo tercio del siglo XVI los padres franciscanos traen una hermosa escultura de tamaño natural fabricada en pasta de caña de belleza singular por el español Matías de la Cerda, sirviendo como una poderosa herramienta para la evangelización de la región. Este Santo Cristo es de una gran belleza estética su peso es de 12 kgs.
Señor de los Milagros de San Juan Parangaricutiro, se cuenta que la imagen del Señor de los Milagros fue adquirida por Don Nicolás Moricho vecino del Pueblo de San Juan, hacia finales del siglo XVI, de un vendedor de imágenes y un fraile agustino procedió a la bendición de la imagen.
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