viernes, 10 de febrero de 2017

LA HACIENDA DE SAN CRISTÓBAL DE ACÁMBARO.



La hacienda de San Cristóbal de Acámbaro; se fundó como latifundio aproximadamente a mediados del siglo XVII, y gran parte del casco fue construido a finales del XVII y principios del XVIII. Los datos más antiguos que he estudiado refieren a sus propietarios casi todo el siglo XVIII, a los Albarrán Carrillo, lo cierto es que en 1689 en Don Pedro Basilio Albarrán Carrillo casado con Doña Antonia Castellanos Martínez, compra en remate las haciendas de San Cristóbal, Parácuaro, la Trinidad, San José, Chamácuaro, Encarnación, Santa Catalina, San Juan, Coyotes, Guadalupe y Puerto Ferrer. Posteriormente en 1714, aparece como propietario el matrimonio compuesto por Don Manuel Albarrán Carrillo y Castellanos y Doña Josefa de Echeverría (AGN, tierras, vol. 310.). A mediados del siglo XVIII, eran dueños de la hacienda, Don Tiburcio Albarrán Carrillo y Echeverría, casado con Doña. María Josefa Medina y Vela, el 5 de septiembre de 1749, en la Ciudad de México. Doña María Josefa Medina y Vela fue sobrina de Don Juan María de Medina y Torres, Tesorero de la Real Casa de Moneda de México que en el año de 1776 se le otorgó el título de Conde de Medina y Torres, (ósea que Doña María Josefa Medina, todo el tiempo que estuvo en Acámbaro, su tío no poseía ningún título) y mucho peor, sobre ella nunca recayó este título, éste quedo vacante cuando los Mariscales de Castilla XIII se reusaron aceptar el título. Don Tiburcio y Doña María Josefa tuvieron una hija, Doña María Manuela Albarrán Carrillo y Medina (1760-1787), casada en octubre de 1785, en la parroquia de Acámbaro con Don Manuel Ignacio Monterde y Antillón y Monterde y Antillón, segundo Conde de la Presa de Jalpa y Vizconde de Val de San Pedro. Finamente por problemas económicos en 1762 Don Tiburcio Albarrán Carrillo vende las haciendas de San Cristóbal, Parácuaro, San José, Puerto Ferrer, Santa Catalina, Encarnación, Chamácuaro, San Juan, Coyotes, la Trinidad y Guadalupe al Bachiller Juan Manuel Primo y Jordán; posiblemente el bachiller fuese presta nombre del Colegio de la Compañía de Jesús en la ciudad de Querétaro, ya que en el último tercio del siglo XVIII la hacienda de San Cristóbal de Acámbaro y las otras haciendas las subasto la Junta de Temporalidades a la expulsión de los Jesuitas. 
Durante el siglo XVIII, destacaron muchos hombres por su visión para los negocios, entre ellos figuraba, Don Pedro María Romero de Terreros y Ochoa y Castilla (1710-1781), que el Rey Carlos III de España le concediera el título de Conde de Santa María de Regla, por su buen desempeño en puestos públicos y su basta fortuna, casado con Doña María Antonia Josefa Micaela Trebuesto Dávalos y Bracamonte (1732-1766) hija de la tercer Condesa de Miravalle Doña María Magdalena Catarina Dávalos de Bracamontes y Orozco (1701-1777) la de Tuxpan Michoacán. En esta afamada e ilustre familia procrearon ocho hijos de los cuales fueron: 


1.- María Micaela Gregoria nacida en la Ciudad de México el 09 de mayo de 1757, fue bautizada en la ciudad de México el 18 de mayo del 1757 y falleció el 20 de agosto de 1817 a la edad de 60 años, Marquesa de San Francisco II.
2.- Juana, (1758-1762) murió niña.
3.- María Antonia Manuela Silveria, 1759-1788).
4.- María Ignacia Josefa Ceferina, (1760-1800).
5.- Pedro Ramón, (1761-1809), Conde de Santa María de Regla II.
6.- Francisco Xavier María Ciriaco Miguel, (1762-1778), murió muy joven de 16 años en Madrid, Marqués de San Francisco I, se le concedió el título el 30 de diciembre de 1776.
7.- María Dolores Josefa Gertrudis, (1765-1840), Marquesa de San Francisco III y a la muerte de su hermana Micaela y Marquesa de Herrera; casada el 18 de marzo 1787, con Vicente Herrera Rivero (1733-1794) Marqués de Herrera y casada en segundas nupcias en la Parroquia de San Sebastián Madrid, España, (1799) con Manuel José de la Pedreguera Morales (n. Veracruz 1775)
1.    Manuel José Carlos Juan Bautista de la Pedreguera Romero de Terreros (1802-22 de agosto de 1874) IV Marqués San Francisco, desde (1835), casado con Manuela Peña, murieron sin sucesión.
2.    Juan
3.    Isabel de la Pedreguera Romero de Terreros, Monja Brígida en Madrid murió el 19 de mayo de1853. Sus bienes al igual que su hermano Francisco, que eran cuantiosos y los heredaron a su primo paterno Francisco Betti y Predreguera (n.1824, muerto el 13 de mayo de 1892); casado en 1849 con María de la Luz Rocha Martínez y en segundas nupcias en 1854 con Isabel Lozano Medrano.                
8.- José María Antonio, (1766-1815), Marqués de San Cristóbal I.        

Recuerdan que la Hacienda de Loreto la estación de ferrocarril se llama Teresa, en honor a los dueños de la propiedad los Señores Betti

A la expulsión de los Jesuitas, el gobierno Virreinal expropio todos sus bienes y mediante la Junta de Temporalidades puso en subasta gran parte de sus propiedades, muchas de estas fueron adquiridas por tres de los más grandes Mayorazgos de la Nueva España.

El primer mayorazgo vinculado al Condado de Regla, a favor de su primogénito Pedro Ramón Romero de Terreros y Trebuesto, lo componían las minas y hacieda de beneficio de ral del Monte y Zimapán, la mansión de la calle de San Felipe Neri en México y minas exostentes en Pachuca, las haciendas de San Javier, Chicavasco, San Pablo, la Concpción, la Florida, Pastores de Ocuila, Santa Lucia, Tepenemé, San Juan de la Labor, Ixtula, San Juan Bautista, Estanzuela y Algives.

El segundo formado por el Condado de Regla y el Marquesado de San Cristóbal, entre las principales propiedades destacan: las haciendas de Casa Blanca, la Gavia, Jalpa, Temoaya, Santa Inés, Portales, Xuchimancas, Pastores de Colima, Jilotzingo, el Panal, la Concepción, Jáuregui y Tepozotlán. 

El tercer mayorazgo, constituido por el Condado de Regla y el Marquesado de San Francisco, que entre sus propiedades fueron adquiridas las haciendas de: San Cristóbal en Acámbaro, la Cañada, Coyotes, Magueyes, Parácuaro, San Juan, San Nicolás, La Trinidad. Guadalupe y una casa en Acámbaro. Archivo General de la Nación (AGN) vínculos.

Podemos definir como Mayorazgo al derecho de reinar por un mismo principio que daba a un Rey los derechos de dominio indivisibles e inalienables, es la consolidación de un conjunto de inversiones, tanto rurales como urbanas; consolida la propiedad para no dividirse jamás y pasar de forma intacta a través del tiempo de las manos del patriarca a un solo heredero” Doris M. Ladd. “La Nobleza Mexicana”, (pp. 104, 105).

La hacienda de San Cristóbal a formar parte del Mayorazgo conformado por el Condado de Regla y el Marquesado de San Francisco I, el primer Marques de San Francisco murió a la edad de 16 años, su título nobiliario junto con sus propiedades pasaron a manos de su hermana mayor Doña María Micaela Gregoria Romero de Terreros y Trebuesto segunda Marquesa de San Francisco.

La verdadera identidad de nuestro personaje en la leyenda de la Condesa del Pedreguero; la verdadera dueña y habitante de la hacienda de San Cristóbal fue Doña María Micaela Gregoria Romero de Terreros y Trebuesto segunda Marquesa de San Francisco, durante el periodo comprendido de 1778 hasta su muerte en 1817, su título y propiedades incluyendo la hacienda de San Cristóbal, pasaron a manos de su hermana menor Doña María Dolores Romero de Terreros y Trebuesto de Pedreguera, Marquesa de Herrera y Marquesa de San Francisco III. Al recibir la propiedad Doña María Dolores residió en San Cristóbal, pueda ser que hasta consumada la independencia. 


Posiblemente se confunda el apellido de Don Manuel José de la Pedreguera Morales con el de Condesa del Pedreguero. 

Existe de la “Defensa jurídica de la Señora María Micaela Romero de Terreros y Trebuesto, Marquesa de San Francisco, en los autos de capítulos promovidos ente el Superior Gobierno de esta N. E. por Don Antonio Larrondo, justicia encargado del partido de Acámbaro, jurisdicción de Celaya, sobre la conducta observada en la hacienda de San Cristóbal y el mal tratamiento de sus operarios libres y esclavos, cuya causa pende en la Real Sala del Crimen por apelación que la expresada  señora Marquesa interpuso de la determinación definitiva que se dictó por la Intendencia de Guanajuato, por el Lic. Fernando Fernández de San Salvador, abogado de la Real Audiencia y de su Ilustre Colegio, año de 1796”.

Como dato curioso, en la oficina del Licenciado Fernández de San Salvador, que era tío materno de Doña Leona Vicario, está conoció a Don Andrés de Quintana Roo, quien era ayudante el Lic. Fernández.

Es importante mencionar la gran similitud en las dos leyendas, claro, de la Condesa de Miravalle parte en gran forma la leyenda de la Condesa del Pedreguero, no sé dónde Zavala Paz recoge o recopila datos para escribir su leyenda, el hecho es que su fuente se confundió o sencillamente la maldad la traían en la sangre la Marquesa de San Francisco II, Doña María Micaela Romero de Terreros era nieta de Doña María Magdalena Catarina Dávalos y Bracamonte Condesa de Miravalle III la de la leyenda de Tuxpan.


Es evidente que confundimos gran parte de la historia de la Condesa de Miravalle con la desarrollada en la hacienda de San Cristóbal, obviamente la Marquesa de San Francisco II, no era un ejemplo de virtudes, el hecho esta de su comportamiento con sus operarios, la demanda interpuesta por su conducta. Fuese lo que fuese, la leyenda de la Condesa del Pedreguero de Zavala Paz, tiene más que encanto, excelente redacción, pero es importante conocer fehacientemente nuestros personajes, donde vivieron, como vivieron , porque finalmente son parte de nuestra identidad de muestro entorno pertenecieron a Acámbaro y nosotros somos él.

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