martes, 26 de noviembre de 2019


Casa Batista Álvarez del Castillo



Antigua casona Batista Álvarez del Castillo modificada.

He descubierto que hablar de las casas y cosas de Acámbaro me emociona casi a las lágrimas, por dos razones la primera por lo hermoso que es investigar y poner al alcance de todos ustedes esos pequeños descubrimientos que la historia a través de la genealogía nos brinda, segunda por la transformación terrible que hemos permitido que suceda a nuestro queridísimo Acámbaro.


Entrada principal ampliada, derecha bellas ventanas gemelas.

Hoy hablaremos de una casa que conocí habitada y en ruinas, ubicada en la calle de Cupido o Puente Colorado, es una bella propiedad que ostenta tres ventanas y entrada principal adinteladas de jambas corridas y tapa alta elaboradas en hermosa cantera gris plomo, del lado derecho luce un par de ventanitas gemelas casi a ras de la calle, las tres ventanas debajo del repison prolonga la cantera para abrir un espacio rectangular para labrar un cartouche, entre el cubo del zaguán y el pasillo nos da la bienvenida un maravilloso arco mixtilíneo que termina de forma conopial, dando entrada al amplio corredor que distribuye los vanos de las recamaras y salones todos de jambas y dinteles elaborados en sencilla arquitectura en cantera gris, el corredor está conformado con tres arcos de pilastras toscanas, la entrada de la antigua sala se encuentra en el cubo, está realizada también en cantera gris del mismo tipo que las del exterior, calculo que la casa fue realizada a finales del siglo XVIII.


Hermoso arco mixtilíneo que remata en forma conopial.


Corredor interno con sus sencillos arcos toscanos.

No tengo datos anteriores de los propietarios de esta casa. Pero así comienza la historia de los dueños de la propiedad al menos cien años, cuando contraen nupcias el día 15 de febrero de 1898 a las cinco y media de la tarde, la señorita Jovita Álvarez del Castillo y Montoya (n 1878-) Hacienda de Andocutín, con Juan Batista Gallardo (n. 1870-) Cádiz Andalucía, en la casa numero uno de la calle de Alcalá propiedad de su difunta tía la Señora Gertrudis Álvarez del Castillo Muñoz. Ella hija de un acaudalado hombre llamado Francisco Álvarez del Castillo Muñoz (1806-1879) dueño en entre muchas haciendas de la de Andocutín, presentó el consentimiento escrito de su señora madre Bartola Montoya de Ruiz y su representante fue la Señora Cenobia Ortiz viuda del Coronel Juan Ruiz, acambarense que peleó en batallas liberales en la época reformista.


Ventana interior de una recamara.

El pretenso nacido en España y trabajador de la hacienda de San Cristóbal, hijo de Juan Batista Vega y Dolores Gallardo; procrearon: María del Carmen Dominga Batista Álvarez del Castillo (1899-) se casó en su casa de Acámbaro en 1920. c. con Francisco Cocio Gándara (1895-) España; Juan Antonio Batista Álvarez del Castillo (1902-1967) se casó con María de la Luz Gómez; Gloria Batista Álvarez del Castillo (1904-1979) Acámbaro-Guadalajara, soltera, se trasladó el cadáver a Acámbaro por orden del ejecutivo estatal; Olimpia Batista Álvarez del Castillo (1907-1959) se casó con Carlos Haaz; Victoria Eugenia Batista Álvarez del Castillo, (1908-); Antonio Batista Álvarez del Castillo (1910); Francisco Batista Álvarez del Castillo (1912-1982) se casó con María Luisa Martínez; Consuelo Batista Álvarez del Castillo (1914-1984), entre otros. Todos ellos nacieron, habitaron y quedaron impregnadas de su esencia las paredes de la antigua casona de la calle de Cupido.


Entre los arcos la bella entrada a la sala, con jambas corridas y tapa alta.

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