martes, 26 de noviembre de 2019


La Pila Morisca


Con singular belleza se levanta en los terrenos que fueran en antiguos años parte de la huerta del convento de San Francisco, La pila Morisca, que después de la secularización de los bienes eclesiásticos a mediados del siglo XIX paso a manos particulares, entre ellos la familia Chacón y posteriormente de la familia Paulín, finalmente el municipio compro a mediados del siglo XX, con mayor exactitud 1964, varias casas para construir el actual mercado Hidalgo en la esquina de las calles Hidalgo y Melchor Ocampo.


Existen muchas controversias sobre el año de manufactura de la pila, el padre Ríos la ubica a principios-mediados del siglo XVII, Pedro Rojas la fecha a finales del siglo XVIII. Personalmente pienso que fue elaborada a mediados del siglo XVIII, 1760 a 1770, es una obra maravillosa de una sencilla exquisitez elaborada toda en piedra y revestida en argamasa. Muchos estudiosos la ubican como extraordinario ejemplo del Mudéjar, pero a juzgar por los elementos decorativos que la componen corresponden en su mayoría a los del barroco-andaluz, el profuso uso de guardamalletas, el decorado en forma de veneras a los costados, los medallones en parte principal, todo habla de un inconfundible andaluz, que se desarrolló en Querétaro a mediados-finales del siglo XVIII y cuya influencia llego a estas hermosas tierras de nuestro antiguo pueblo, quedando plasmado en mucha de su arquitectura, también mucha de ella desaparecida por incuria nuestra.

El conjunto se compone de un estanque rectangular de 8.20m de largo por 3.75m de ancho y dos metros de profundidad, se levanta sobre un podio escalonado de tres niveles y como parte principal se levanta un muro de forma mixtilínea y caprichosa, en ambos lados de este muro se encuentran adornos de medio punto con veneras, la concha de lado interno o principal termina en una voluta y esta a su vez tiene como delantal una guardamalleta de guardamalletas, adorna la parte superior de oquedad de la concha un par de roleos sobre estos una cenefa de arquillos que terminan a los extremos también con roleos, en la parte posterior del adorno se compone de conchas más al estilo de los capialzados de las casas de centro de Acámbaro, realzan en la parte inferior unos meandros escamados y debajo de estos una hornacina mixtilínea y dos rectangulares en los laterales. En una antigua fotografía de la pila estos adornos laterales terminan en un copón pienso que fueron de barro, actualmente desaparecidos.



Los tres cuerpos del estanque están festonados con guardamalletas, el desagüe del estanque consiste en una tarja en forma de perillón que al frente luce una especie de cartouche y a los lados remata en volutas y debajo de este en la boca del desagüe la cabeza de un angelito tallada en cantera gris.



La parte principal o la del vertedor está formada por un muro mixtilíneo de caprichosas formas, compuesta por un pináculo que termina en dos tamborcillos y dos volutas superiores lo remarca sencillas molduras que se desprenden líneas rematadas en roleos, cerca de la cúspide aparece la leyenda AVE, superpuesta al monograma MAR coronada, que significa María, debajo de este unos meandros que rematan en sus extremos en roleos, debajo de los meandros se resalta una concha e inmediatamente de esta un medallón central, a los lados del medallón se encuentran otros dos de menor tamaño sujetos por cordones posiblemente de la orden religiosa, a su vez se desprenden otro dos medallones de igual tamaño que los anteriores que están sujetos con cintas de roleos de diferentes formas, debajo de los cinco medallones se presenta en la parte central del medallón más grande, el vertedor de agua elaborado en cantera gris a sus lados se abren dos nichos con repisa de cantera gris de forma cónica. En la impresión antigua de la pila la parte frontal remata en una pilastra cilíndrica terminada en una base, a los extremos sobre los tamborcillos un par de tibores pienso que también en barro, hoy en día desaparecidos.




En la parte posterior de la cabecera se encuentra la caja de depósito del agua; que se alimenta de una red subterránea del acueducto hasta la caja que sube por gravedad al vertedor, la caja tiene cinco caras y en cada esquina consta de franjas de guardamalletas en la parte superior de la caja de agua está un respiradero, a los lados de esta se sobreponen dos medallones que están sujetos por dos roleos y en el centro un pequeña concha debajo de estos adornan guirnaldas, dos nichos rectangulares de cada lado de la caja, delimita el nivel del estanque una media caña que termina en roleos y en seguida por debajo guardamalletas de guardamalletas.




Todo el estanque es de primorosa labor no hay parte en el conjunto que este fuera de lugar, todo es armonía a la vista. Para rematar el conjunto en la parte frontal se encuentran dos pilarcillos cuadrados con perillones y en su base roleos todo de magnifica proporción.


Pedro Rojas lo considera pieza única en el país por su riqueza en la ornamentación con cenefas de guardamalletas.


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